La única persona que no se irá de mi lado, soy yo mismo.
sábado, abril 18, 2015
Dejé que terminaras el poco corazón que me quedaba
Lo aplastaste entero, lo aventaste al mar del olvido para siempre.
Para rescatarlo es preciso ahogarme en mi mismo y regresarle ese latido por el resto de mis días.
Que nadie llegue. Que esa persona que llegue a enamorarme sea yo mismo, pues soy el único que importa aquí. Yo soy mi propia fuerza y voluntad. Yo me construyo con mis propios pedazos.
domingo, abril 12, 2015
lunes, abril 06, 2015
Y me limpias la herida, y me vuelves a pisar, y luego te llevas todo el recuerdo en una cajita, en donde cabe también tu despedida.
Ya no recuerdo tu cara ni tu voz. Son ecos fantasmas los sueños que tengo de ti. No dueles en el párpado ni en el alma pues ya no te recuerdo.
A veces esta tristeza es un pájaro de alas rotas que encuentra cielo en la noche y desaparece al amanecer. Me regalaste tu olvido pero también estas ganitas que tengo de entregar mi corazón palpitante y liberarlo de esta jaula
miércoles, abril 01, 2015
martes, marzo 31, 2015
Corro porque la vida no me alcanza.
El año pasado hubo muerte a mi alrededor. Tuve que decirle adiós a personas que amaba mucho. Tenía dos opciones en mis manos: Seguir adelante o quedarme a vivir en un duelo que estaba a punto de deprimirme o volverme loco. Como parte de mi terapia personal, empecé a refugiarme primero en mi familia, en mi motor principal y esencia. Después, en identificar realmente a mis amigos y no soltarlos, y entonces surgió dentro de mí una estrellita de luz que justo nació debajo del pecho, eso que algunos llaman "plexo solar".
Inicié corriendo 800 metros, luego 5 kilómetros en esas carreras "del color", "de espuma", "de chocolate" "contra el cáncer" y demás... luego mi sed iba aumentando hasta que se me volvió un vicio mover mis piernas y sentirme libre corriendo. Mientras corría reflexionaba mis días o dedicaba mi pensamiento a olvidar, a rescatar lo que me mantenía vivo. Mientras sudaba agradecía a la vida el poder respirar y disfrutar a los que amo. Mis piernas resisten. Son fuertes y poco a poco conozco sus debilidades.
Desde que inició este año llevo un estilo de vida muy distinto. Muchos me han llamado "enfermo", "loco", "aburrido", "traumado" e incluso muchos otros se han burlado de mí por mi manera de comer o comportarme, ya tan alejada del "party" o del ocio. Prefiero salirme a correr los domingos a las 5am a los montes y montañas, que mal gastar mi dinero en la peda. Prefiero comer saludable, hacer ejercicio todos los días y no beber alcohol. Poco a poco identifico las cosas que no necesito en mi vida. La última vez que probé alcohol fue el último fin de semana de enero. Este nuevo estilo de vida no es mi "nueva modita", mi "luego se le va a pasar". Esto es porque mi cuerpo y espíritu me lo pide.
Justo en este momento gozo a plenitud mi existencia. Cuando corro o pedaleo siento una libertad increíble. El solo hecho de sentir el viento en mi cara y el sol quemándome, me hace sonreír y ser agradecido con todo lo que me rodea. En cualquier momento puedo irme. Soy, como todos, una personita muy frágil, pero poderosamente libre de hacer con su energía y tiempo lo que le venga en gana.
El domingo pasado viví una situación traumática y aleccionadora. Me había preparado todos los fines de semana de este año para una carrera que representaba uno de los mayores retos físicos y mentales. No lo logré. Tuve nervios toda una semana completa. Comí al pie de la letra mi dieta. Me ejercité y entrené como debía. Una semana antes cometí el error de aventarme un paseo de 63 kilómetros en bicicleta. Lo aguanté bastante bien.
Después de ese día mis piernas se hicieron más fuertes, pero me pedían descanso. No les hice caso y me fui a entrenar a Mission Trails durante tres días seguidos. Me aventé unos 5 /6 kilómetros en terreno irregular, escalando pequeñas colinas y sintiéndome según yo "muy chingón". Nada que me demandara mucha energía. Descansé tres días antes de la carrera. Me preparé mentalmente y organicé mi playlist de mi teléfono con mis canciones favoritas para correr. Todo estaba listo. Hacía falta llegar a la salida para empezar a correr.
Un día antes de la carrera no pude dormir bien, de los nervios. Me despertaba cada hora, y me volvía a dormir. Desperté con mucha energía, desayuné mi proteína, mi licuado con platano, avena, mis rebanadas de pan integral con almendra. Me puse mis tenis de la suerte, mi cachucha, lentes, mi bolsa de agua y mi hermano me hizo el favor de llevarme a Rancho Casian. Era muy importante que mi familia asistiera a la meta y que me vieran llegar. Sentir su apoyo era primordial, mi motor de ese día. Ellos llegarían una hora después de la hora de salida.
Llegué y calenté. Una vez registrado, dieron el banderazo de salida. Salí como rayo. Veía borroso. Sentía mucha energía y no medí mi ritmo. Me aceleré. No me importó nada. Segundo error. Nunca debes salir en putiza, de ninguna parte, porque a la larga resulta peligroso.
Los primeros dos kilómetros fui el primero. Giré mi cabeza y a unos 500 metros estaban los demás. No por mucho tiempo fui el primero. Al inicicar la primer colina caí en una pequeña zanja. Sentí un pequeño dolor en el músculo bajo de mi pierna izquierda. No le tomé importancia. Mi pensamiento fue: "Ahorita que siga subiendo el músculo se calentará más y todo regresará a la normalidad". Si ajá, pobre ingenuo. La colina no terminaba y era se hacía cada vez más pronunciada. Para esto ya me habían rebasado unas 5 personas. Llegamos al primer checkpoint. Todo bien. Pasamos por unos caminos estrechos, llenos de maleza. Los otros corredores caminaban y escalaban. Seguí el paso y agradecí el paso lento, para no desgastar tanto mis piernas.
Siguió más subida y llegamos al checkpoint dos. Pedí arnica o cualquier pomada. Mi tío Eduardo, que fue parte de los colaboradores, me dijo que sólo tenía Vaselina. Me la puse como pude, tomé un sorbo de agua y seguí adelante, escalando más y más. Para esto el dolor se intensificó. No podía parar. Tanto entrenamiento no podía irse a la basura. Para el chekpoint tres tomé un par de naranjas. Traía dolor pero pensaba: "Convierte este dolor en luz. Inhala amarillo, exhala negro" Pues nada. Me dijo uno de los colaboradores: "Si sientes que ya no puedes, no sigas. Todavía tienes que subir esa meseta y son unos 2 kilómetros". Vi la meseta, preciosamente grande, empinada y llena de piedra. Y dije: "Yo puedo. Como chingados no. Yo soy más fuerte que este dolor".
Subí lesionado la meseta. No podía más. Veía como todos seguían delante de mí. Llegué a la meseta renqueando. Corrí unos 500 metros. Y luego unos 300 metros más. Me desvanecí con mucho dolor. Sentí como mi pierna izquierda se me volvía piedra, se me engarrotaba y me decía: "No sigas".
Tiré mis audífonos y me puse a llorar como un bebé durante largo, largo tiempo. Aventaba piedras y pataleaba. Luego me di masajes en la pierna. Me concentré en el dolor para que se fuera y se alejara. Nunca se fue. Algunos compañeros corredores seguían sin ofrecerme su ayuda. Me sentí como de esos perros callejeros moribundos, a punto de ser atropellados, sin cobijo y sin esperanza.
Le hablé a mi papá, llorando y le dije: "Apá, no me esperen en la meta. No voy a llegar. No puedo caminar" y se me fue el servicio. Algunos corredores llegaron de milagro y me ayudaron. Me daban de todo: Pastillas de sal, contra el dolor muscular, árnica, pomadas, geles, barras energéticas. Otros me dieron masaje. Y nada. Estuve una hora en la meseta viendo como todos me pasaban y me hacían la misma pregunta: ¿Calambres? ¿Estás bien? ¿Necesitas ayuda? Y entonces era traumárico tener que contestar estas mismas preguntas a cada uno de los que pasaban. Ya después me quedaba callado y sólo les griaba: "Animo", mientras seguían.
Una pareja de plano me vio chillando de dolor, se rieron y se fueron. Otros me tomaron fotos ahí sentado. A cada uno de los corredores les dije que en el checkpoint 4 dijeran que ahí estaba yo, que por favor le avisaran a alguien y fueran por mí. Después de unos minutos, una moto pasó por mí. Bajamos la meseta llena de rocas. Mi pierna no dejaba de doler. Después llegó una ambulancia de rescate. Me vendaron. Y yo seguía llorando de impotencia, frustración. Me sentí un verdadero perdedor. Sentía que no merecía nada. Ni siquiera comer, ni siquiera el alivio. Fui demasiado exigente conmigo mismo. Me dije cosas muy feas. Me herí mentalmente.
La almbulancia me llevó a la meta. Mi mamá me dijo: "Pide tu medalla" y le dije: "No, porque no me la merezco" y era verdad. ¿Con qué cara iba a pedir una medalla si sólo había corrido escasos 13 kilómetros? ¿Cómo iba a cruzar la meta como un triunfador si yo me sentía peor que cualquier cosa?
Veía a los demás cruzar la meta. Sonreía por ellos. Los veía con cara de héroes y decía: "No mames. Que valientes". Y yo por dentro sintiéndome una mierda. Llegué a mi casa, me bañé, me tapé con las cobijas y no quise comer.
Después de unas horas se me pasó el berrinche. Analicé paso a paso lo sucedido y lo sigo haciendo. No me voy a rendir. Esto no fue nada. Me lesioné pero sigo vivo y con muchas ganas de seguir corriendo. Soy mi propio límite y me amo tanto que estoy dispuesto a dejar de correr por un rato mientras sana esta herida. Esta carrera es contra mí. Yo soy mi propia meta. Yo llegaré tan lejos como me lo proponga. Yo soy grande, soy un triunfador. Para saber ganar hay que saber perder. Y esta sensación frustrante poco a poco se disipa. Este dolor es parte del crecimiento. Gracias a esto ha entrado en mí una fuerza mayor para seguir adelante. Caer, reír y levantarse. Así es la carrera de la vida, y yo corro libre con ella.
El año pasado hubo muerte a mi alrededor. Tuve que decirle adiós a personas que amaba mucho. Tenía dos opciones en mis manos: Seguir adelante o quedarme a vivir en un duelo que estaba a punto de deprimirme o volverme loco. Como parte de mi terapia personal, empecé a refugiarme primero en mi familia, en mi motor principal y esencia. Después, en identificar realmente a mis amigos y no soltarlos, y entonces surgió dentro de mí una estrellita de luz que justo nació debajo del pecho, eso que algunos llaman "plexo solar".
Inicié corriendo 800 metros, luego 5 kilómetros en esas carreras "del color", "de espuma", "de chocolate" "contra el cáncer" y demás... luego mi sed iba aumentando hasta que se me volvió un vicio mover mis piernas y sentirme libre corriendo. Mientras corría reflexionaba mis días o dedicaba mi pensamiento a olvidar, a rescatar lo que me mantenía vivo. Mientras sudaba agradecía a la vida el poder respirar y disfrutar a los que amo. Mis piernas resisten. Son fuertes y poco a poco conozco sus debilidades.
Desde que inició este año llevo un estilo de vida muy distinto. Muchos me han llamado "enfermo", "loco", "aburrido", "traumado" e incluso muchos otros se han burlado de mí por mi manera de comer o comportarme, ya tan alejada del "party" o del ocio. Prefiero salirme a correr los domingos a las 5am a los montes y montañas, que mal gastar mi dinero en la peda. Prefiero comer saludable, hacer ejercicio todos los días y no beber alcohol. Poco a poco identifico las cosas que no necesito en mi vida. La última vez que probé alcohol fue el último fin de semana de enero. Este nuevo estilo de vida no es mi "nueva modita", mi "luego se le va a pasar". Esto es porque mi cuerpo y espíritu me lo pide.
Justo en este momento gozo a plenitud mi existencia. Cuando corro o pedaleo siento una libertad increíble. El solo hecho de sentir el viento en mi cara y el sol quemándome, me hace sonreír y ser agradecido con todo lo que me rodea. En cualquier momento puedo irme. Soy, como todos, una personita muy frágil, pero poderosamente libre de hacer con su energía y tiempo lo que le venga en gana.
El domingo pasado viví una situación traumática y aleccionadora. Me había preparado todos los fines de semana de este año para una carrera que representaba uno de los mayores retos físicos y mentales. No lo logré. Tuve nervios toda una semana completa. Comí al pie de la letra mi dieta. Me ejercité y entrené como debía. Una semana antes cometí el error de aventarme un paseo de 63 kilómetros en bicicleta. Lo aguanté bastante bien.
Después de ese día mis piernas se hicieron más fuertes, pero me pedían descanso. No les hice caso y me fui a entrenar a Mission Trails durante tres días seguidos. Me aventé unos 5 /6 kilómetros en terreno irregular, escalando pequeñas colinas y sintiéndome según yo "muy chingón". Nada que me demandara mucha energía. Descansé tres días antes de la carrera. Me preparé mentalmente y organicé mi playlist de mi teléfono con mis canciones favoritas para correr. Todo estaba listo. Hacía falta llegar a la salida para empezar a correr.
Un día antes de la carrera no pude dormir bien, de los nervios. Me despertaba cada hora, y me volvía a dormir. Desperté con mucha energía, desayuné mi proteína, mi licuado con platano, avena, mis rebanadas de pan integral con almendra. Me puse mis tenis de la suerte, mi cachucha, lentes, mi bolsa de agua y mi hermano me hizo el favor de llevarme a Rancho Casian. Era muy importante que mi familia asistiera a la meta y que me vieran llegar. Sentir su apoyo era primordial, mi motor de ese día. Ellos llegarían una hora después de la hora de salida.
Llegué y calenté. Una vez registrado, dieron el banderazo de salida. Salí como rayo. Veía borroso. Sentía mucha energía y no medí mi ritmo. Me aceleré. No me importó nada. Segundo error. Nunca debes salir en putiza, de ninguna parte, porque a la larga resulta peligroso.
Los primeros dos kilómetros fui el primero. Giré mi cabeza y a unos 500 metros estaban los demás. No por mucho tiempo fui el primero. Al inicicar la primer colina caí en una pequeña zanja. Sentí un pequeño dolor en el músculo bajo de mi pierna izquierda. No le tomé importancia. Mi pensamiento fue: "Ahorita que siga subiendo el músculo se calentará más y todo regresará a la normalidad". Si ajá, pobre ingenuo. La colina no terminaba y era se hacía cada vez más pronunciada. Para esto ya me habían rebasado unas 5 personas. Llegamos al primer checkpoint. Todo bien. Pasamos por unos caminos estrechos, llenos de maleza. Los otros corredores caminaban y escalaban. Seguí el paso y agradecí el paso lento, para no desgastar tanto mis piernas.
Siguió más subida y llegamos al checkpoint dos. Pedí arnica o cualquier pomada. Mi tío Eduardo, que fue parte de los colaboradores, me dijo que sólo tenía Vaselina. Me la puse como pude, tomé un sorbo de agua y seguí adelante, escalando más y más. Para esto el dolor se intensificó. No podía parar. Tanto entrenamiento no podía irse a la basura. Para el chekpoint tres tomé un par de naranjas. Traía dolor pero pensaba: "Convierte este dolor en luz. Inhala amarillo, exhala negro" Pues nada. Me dijo uno de los colaboradores: "Si sientes que ya no puedes, no sigas. Todavía tienes que subir esa meseta y son unos 2 kilómetros". Vi la meseta, preciosamente grande, empinada y llena de piedra. Y dije: "Yo puedo. Como chingados no. Yo soy más fuerte que este dolor".
Subí lesionado la meseta. No podía más. Veía como todos seguían delante de mí. Llegué a la meseta renqueando. Corrí unos 500 metros. Y luego unos 300 metros más. Me desvanecí con mucho dolor. Sentí como mi pierna izquierda se me volvía piedra, se me engarrotaba y me decía: "No sigas".
Tiré mis audífonos y me puse a llorar como un bebé durante largo, largo tiempo. Aventaba piedras y pataleaba. Luego me di masajes en la pierna. Me concentré en el dolor para que se fuera y se alejara. Nunca se fue. Algunos compañeros corredores seguían sin ofrecerme su ayuda. Me sentí como de esos perros callejeros moribundos, a punto de ser atropellados, sin cobijo y sin esperanza.
Le hablé a mi papá, llorando y le dije: "Apá, no me esperen en la meta. No voy a llegar. No puedo caminar" y se me fue el servicio. Algunos corredores llegaron de milagro y me ayudaron. Me daban de todo: Pastillas de sal, contra el dolor muscular, árnica, pomadas, geles, barras energéticas. Otros me dieron masaje. Y nada. Estuve una hora en la meseta viendo como todos me pasaban y me hacían la misma pregunta: ¿Calambres? ¿Estás bien? ¿Necesitas ayuda? Y entonces era traumárico tener que contestar estas mismas preguntas a cada uno de los que pasaban. Ya después me quedaba callado y sólo les griaba: "Animo", mientras seguían.
Una pareja de plano me vio chillando de dolor, se rieron y se fueron. Otros me tomaron fotos ahí sentado. A cada uno de los corredores les dije que en el checkpoint 4 dijeran que ahí estaba yo, que por favor le avisaran a alguien y fueran por mí. Después de unos minutos, una moto pasó por mí. Bajamos la meseta llena de rocas. Mi pierna no dejaba de doler. Después llegó una ambulancia de rescate. Me vendaron. Y yo seguía llorando de impotencia, frustración. Me sentí un verdadero perdedor. Sentía que no merecía nada. Ni siquiera comer, ni siquiera el alivio. Fui demasiado exigente conmigo mismo. Me dije cosas muy feas. Me herí mentalmente.
La almbulancia me llevó a la meta. Mi mamá me dijo: "Pide tu medalla" y le dije: "No, porque no me la merezco" y era verdad. ¿Con qué cara iba a pedir una medalla si sólo había corrido escasos 13 kilómetros? ¿Cómo iba a cruzar la meta como un triunfador si yo me sentía peor que cualquier cosa?
Veía a los demás cruzar la meta. Sonreía por ellos. Los veía con cara de héroes y decía: "No mames. Que valientes". Y yo por dentro sintiéndome una mierda. Llegué a mi casa, me bañé, me tapé con las cobijas y no quise comer.
Después de unas horas se me pasó el berrinche. Analicé paso a paso lo sucedido y lo sigo haciendo. No me voy a rendir. Esto no fue nada. Me lesioné pero sigo vivo y con muchas ganas de seguir corriendo. Soy mi propio límite y me amo tanto que estoy dispuesto a dejar de correr por un rato mientras sana esta herida. Esta carrera es contra mí. Yo soy mi propia meta. Yo llegaré tan lejos como me lo proponga. Yo soy grande, soy un triunfador. Para saber ganar hay que saber perder. Y esta sensación frustrante poco a poco se disipa. Este dolor es parte del crecimiento. Gracias a esto ha entrado en mí una fuerza mayor para seguir adelante. Caer, reír y levantarse. Así es la carrera de la vida, y yo corro libre con ella.
jueves, marzo 26, 2015
viernes, marzo 20, 2015
Estamos sentados en una esperanza, en una pequeña rima que no acaba. Esa ola que nace a lo lejos soy yo. Me resisto a morir. Búscame en el mar, te dije. Y no me entendiste, nunca quisiste leer entre las líneas de mis labios. Hoy soy esa ola que no supiste nadar. Soy mi propia marea. Soy mi propio horizonte y soy feliz. Soy mi propio final.
jueves, marzo 19, 2015
martes, marzo 03, 2015
martes, febrero 24, 2015
domingo, febrero 15, 2015
Todas las personas que se acercan a mi vida irremediablemente estarán destinadas al olvido. El recuerdo de cada uno de los que amé es una ola sin sal ni memoria. Hoy me retiro. Hoy sé decir adiós y ver a aquellos que amé como unos extraños. Yo no los conozco, ni ellos a mí. Somos una nube que desaparece en algún cielo que se resiste a morir. Somos una misma historia, repetida y con diferentes personajes. Hoy. Somos felices pero colgamos de un hilo muy delgado y del cual, tarde o temprano, tendremos que caer. No se puede sostener tanta vida.
lunes, febrero 09, 2015
domingo, febrero 08, 2015
miércoles, enero 14, 2015
lunes, enero 12, 2015
miércoles, enero 07, 2015
lunes, enero 05, 2015
domingo, enero 04, 2015
miércoles, diciembre 31, 2014
Propósitos 2015
Escribir una nueva obra de teatro
Viajar a España
Cambiar de carro
Realizar el paseo ciclista Rosarito -Ensenada
Correr un maratón
Estudiar un diplomado o una maestría
Actuar o dirigir una obra de teatro
Realizar all access y reportear espectáculos
Poner orden a mis cajas y libros
Dejar de fumar
Ayudar a fundaciones de niños especiales
Ir al nutriólogo
Ir a café con personas lindas
Escribir una nueva obra de teatro
Viajar a España
Cambiar de carro
Realizar el paseo ciclista Rosarito -Ensenada
Correr un maratón
Estudiar un diplomado o una maestría
Actuar o dirigir una obra de teatro
Realizar all access y reportear espectáculos
Poner orden a mis cajas y libros
Dejar de fumar
Ayudar a fundaciones de niños especiales
Ir al nutriólogo
Ir a café con personas lindas
2015 - DECRETOS
Gracias por mi familia. Por la salud de cada uno de ellos y por la mía.
Gracias por darme la fuerza de dejar ir y agradecer.
Gracias por mi aumento de sueldo. Gracias por los logros en mi trabajo y mi reconocimiento, por las metas cumplidas.
Gracias por mi nuevo carro. Gracias por ese Jeep que siempre quise y que con tanto esfuerzo conseguí.
Gracias por mi estabilidad emocional y económica.
Gracias por mi resistencia y disciplina para conseguir mis logros en el ejercicio. Gracias por este cuerpo atlético.
Gracias por la inspiración para seguir escribiendo.
Gracias por mi viaje a España.
Gracias por permitirme darme el tiempo de ayudar a los demás en esta fundación de niños especiales.
Gracias por darme la fuerza de voluntad para dejar de fumar.
Gracias por afianzar la confianza y amistad con mis amigos. Gracias por los nuevos amigos. Por las sorpresas de su amistad.
Gracias por mi nueva pareja. Respetuosa, amorosa, fiel, inteligente y entregada.
GRACIAS POR LA PLENITUD.
GRACIAS.
Gracias por mi familia. Por la salud de cada uno de ellos y por la mía.
Gracias por darme la fuerza de dejar ir y agradecer.
Gracias por mi aumento de sueldo. Gracias por los logros en mi trabajo y mi reconocimiento, por las metas cumplidas.
Gracias por mi nuevo carro. Gracias por ese Jeep que siempre quise y que con tanto esfuerzo conseguí.
Gracias por mi estabilidad emocional y económica.
Gracias por mi resistencia y disciplina para conseguir mis logros en el ejercicio. Gracias por este cuerpo atlético.
Gracias por la inspiración para seguir escribiendo.
Gracias por mi viaje a España.
Gracias por permitirme darme el tiempo de ayudar a los demás en esta fundación de niños especiales.
Gracias por darme la fuerza de voluntad para dejar de fumar.
Gracias por afianzar la confianza y amistad con mis amigos. Gracias por los nuevos amigos. Por las sorpresas de su amistad.
Gracias por mi nueva pareja. Respetuosa, amorosa, fiel, inteligente y entregada.
GRACIAS POR LA PLENITUD.
GRACIAS.
lunes, diciembre 29, 2014
2014
ENERO
Inicié con mi nuevo trabajo en Entravision San Diego. Estuve adaptándome poco a poco al ritmo de trabajo y viendo posibilidades de moverme a San Diego. Estaba muy feliz. Me inscribí al gimnasio, cambié de número de celular. Cambié de vida.
FEBRERO
Emiliano y yo nos fuimos de trip a Julian y a Hollywood. Fue un viaje muy bonito. Conocí muchos lugares y disfruté mucho el viaje. Me mudo con Armando a San Diego. Me dan la SENTRI. Todo pinta bastante bien. Le regalo a Emiliano un viaje en Gondola y fuimos a cenar a Coronado. Fue una noche mágica. Yo fui feliz viéndolo feliz. Fui bastante feliz este mes. También conduzco el evento Señora México.
MARZO
Fue el cumpleaños de mi papá en un salón. Emiliano me acompañó y me agradó mucho pasar este momento con él. Mi hermanito Toño bailó mucho. Fue un mes tranquilo, lleno de trabajo. Muere Santi, la pareja de Daniel, uno de mis mejores amigos. La noticia desconcierta. Nos unimos como amigos.
ABRIL
Mi hermanito Toño enferma. Se complica su enfermedad y le duelen mucho sus piernas. Nos vamos de camping al lote de mi papá para pasar las vacaciones de semana santa. Paso mi cumpleaños de una manera extraña. No lo disfruté tanto. Llovió. Me acompañaron unas cuentas personas en el restaurante Verde y Crema. Muere la mamá de mi mejor amiga Yanet. Fue un mes de muchos cambios y altibajos. Vamos a la boda de Ivon. Canto el ave maría. Me divertí muchísimo y bailé como nunca. Al dí siguiente vamos con la familia de Emiliano a los viñedos. Uno de los mejores fines de semana.
MAYO
Se va de nosotros nuestro angelito Toño. Fue una prueba de vida bastante difícil. Después de estar internado pierde la batalla. Me cambia la vida. Me quedo solo en el trabajo, mi ex jefa Alejandra se va y me encargo yo solo del departamento. Emiliano se muda a Los Angeles.
JUNIO
A pesar de todo el dolor, trato de seguir adelante. Emiliano me acompaña a la boda de Mario y Luisfe en San Francisco. Me encantó la ciudad y conocer el Golden Gate. Caminamos mucho y conocimos el transporte público de ahí. Nos peleamos allá por una pendejada. En realidad la relación ya no iba tan bien. Emiliano poco a poco pierde el interés y deja de buscarme, de tratar de estar a mi lado. También nos vamos Six Flags regresando de San Francisco. Fue la primera comunión de Paulet en su casa.
JULIO
Nos vamos a Disney toda mi familia y yo. Disfruté mucho ese viaje, fue mi tío Raúl y Meche. La relación mejora con ellos. Trabajo mucho en eventos y trato de salvar mi relación con Emiliano. Lo visito de sorpresa hasta donde vive con sus tíos, en West Covina. Me pierdo. Me fui en un acto de valentía y muchas ganas de salvar la relación. A Emiliano no le parece. Me siento sensible. Todo me da vueltas. Me vuelvo propenso al dolor. Todo me daña.
AGOSTO
Me la vivo en eventos, trabajando mucho en la Feria de San Diego. Cortamos Emiliano y yo, tras varias llamadas y ese "dame un tiempo" que nunca quise. Tristeza.
SEPTIEMBRE
Trato de adaptarme a una vida sin Emiliano. Los fines de semana son de visitar a mi mamá a Tijuana. Trato de escribir, pero nada sale. Sigo trabajando, esperando que me suban de puesto como coordinador. Llevo a mi mamá al concierto de Roberto Carlos. Una noche mágica. Canto el ave maría en la boda de mi amiga Marielos. Voy a la boda solo. Un gran paso para mí. Me la llevé de concierto en concierto: Reik, Yuri y La Ley.
OCTUBRE
Me suben de puesto como coordinador de promociones, el sueño que siempre había deseado. Voy con una psicóloga que me ayuda a sanar algunas heridas. Me meto más al gimnasio. Voy a Disney con Armando y unos amigos al gay day. Me divierto mucho. Corro dos carreras de 5 km con mi amigo Hector. Me siento feliz haciendo ejercicio. Voy solo a Potato Chip Rock a correr. También voy a Balboa Park al museo de arte. Llevo a mi familia a comer a mi restaurante favorito Bucca di Beppo.
NOVIEMBRE
No asisto a la boda de Julieta. Me voy de vacaciones dos semanas a Cancún y Playa del Carmen. Un viaje aleccionador. Un regalo para mí en donde desafié algunos miedos. Nadé en un río subterráneo, conocí Chichen Itzá, lloré en el show de Xcaret, conocí Playa del Carmen, Tulum encantadora. Fue uno de las mejores decisiones que he hecho en mi vida. Voy a un paseo ciclista con mi hermano Alex y me encanta. Quiero una bicicleta. La novia de mi hermano Alex le regala un perrito que se llama Bocho. Una adoración para todos. Voy al concierto de Carla Morrison. Voy al musical Wicked con Sheko. Una noche mágica. Lloro en el final. Me encantan los musicales.
DICIEMBRE
Emiliano ya se vuelve sombra, no existe y termino por aceptar que no le importo y que nunca va a regresar. Reflexiono mucho acerca del amor y ando desesperanzado en ese aspecto. Siento que el amor no existe y que no vale la pena arriesgarse para nadie. Siento y pienso que yo soy mi mejor compañía. Soy menos ansioso. Me disfruto mucho. Me regalo momentos para mi que son invaluables. Disfruto a mi familia. Fuimos mi mamá y yo al concierto de Ricky Martin desde gayola. Nos vamos a Disney para disfrutar de la Navidad. Tengo mucho por hacer. Quiero seguir creciendo y aprendiendo de la vida.
ENERO
Inicié con mi nuevo trabajo en Entravision San Diego. Estuve adaptándome poco a poco al ritmo de trabajo y viendo posibilidades de moverme a San Diego. Estaba muy feliz. Me inscribí al gimnasio, cambié de número de celular. Cambié de vida.
FEBRERO
Emiliano y yo nos fuimos de trip a Julian y a Hollywood. Fue un viaje muy bonito. Conocí muchos lugares y disfruté mucho el viaje. Me mudo con Armando a San Diego. Me dan la SENTRI. Todo pinta bastante bien. Le regalo a Emiliano un viaje en Gondola y fuimos a cenar a Coronado. Fue una noche mágica. Yo fui feliz viéndolo feliz. Fui bastante feliz este mes. También conduzco el evento Señora México.
MARZO
Fue el cumpleaños de mi papá en un salón. Emiliano me acompañó y me agradó mucho pasar este momento con él. Mi hermanito Toño bailó mucho. Fue un mes tranquilo, lleno de trabajo. Muere Santi, la pareja de Daniel, uno de mis mejores amigos. La noticia desconcierta. Nos unimos como amigos.
ABRIL
Mi hermanito Toño enferma. Se complica su enfermedad y le duelen mucho sus piernas. Nos vamos de camping al lote de mi papá para pasar las vacaciones de semana santa. Paso mi cumpleaños de una manera extraña. No lo disfruté tanto. Llovió. Me acompañaron unas cuentas personas en el restaurante Verde y Crema. Muere la mamá de mi mejor amiga Yanet. Fue un mes de muchos cambios y altibajos. Vamos a la boda de Ivon. Canto el ave maría. Me divertí muchísimo y bailé como nunca. Al dí siguiente vamos con la familia de Emiliano a los viñedos. Uno de los mejores fines de semana.
MAYO
Se va de nosotros nuestro angelito Toño. Fue una prueba de vida bastante difícil. Después de estar internado pierde la batalla. Me cambia la vida. Me quedo solo en el trabajo, mi ex jefa Alejandra se va y me encargo yo solo del departamento. Emiliano se muda a Los Angeles.
JUNIO
A pesar de todo el dolor, trato de seguir adelante. Emiliano me acompaña a la boda de Mario y Luisfe en San Francisco. Me encantó la ciudad y conocer el Golden Gate. Caminamos mucho y conocimos el transporte público de ahí. Nos peleamos allá por una pendejada. En realidad la relación ya no iba tan bien. Emiliano poco a poco pierde el interés y deja de buscarme, de tratar de estar a mi lado. También nos vamos Six Flags regresando de San Francisco. Fue la primera comunión de Paulet en su casa.
JULIO
Nos vamos a Disney toda mi familia y yo. Disfruté mucho ese viaje, fue mi tío Raúl y Meche. La relación mejora con ellos. Trabajo mucho en eventos y trato de salvar mi relación con Emiliano. Lo visito de sorpresa hasta donde vive con sus tíos, en West Covina. Me pierdo. Me fui en un acto de valentía y muchas ganas de salvar la relación. A Emiliano no le parece. Me siento sensible. Todo me da vueltas. Me vuelvo propenso al dolor. Todo me daña.
AGOSTO
Me la vivo en eventos, trabajando mucho en la Feria de San Diego. Cortamos Emiliano y yo, tras varias llamadas y ese "dame un tiempo" que nunca quise. Tristeza.
SEPTIEMBRE
Trato de adaptarme a una vida sin Emiliano. Los fines de semana son de visitar a mi mamá a Tijuana. Trato de escribir, pero nada sale. Sigo trabajando, esperando que me suban de puesto como coordinador. Llevo a mi mamá al concierto de Roberto Carlos. Una noche mágica. Canto el ave maría en la boda de mi amiga Marielos. Voy a la boda solo. Un gran paso para mí. Me la llevé de concierto en concierto: Reik, Yuri y La Ley.
OCTUBRE
Me suben de puesto como coordinador de promociones, el sueño que siempre había deseado. Voy con una psicóloga que me ayuda a sanar algunas heridas. Me meto más al gimnasio. Voy a Disney con Armando y unos amigos al gay day. Me divierto mucho. Corro dos carreras de 5 km con mi amigo Hector. Me siento feliz haciendo ejercicio. Voy solo a Potato Chip Rock a correr. También voy a Balboa Park al museo de arte. Llevo a mi familia a comer a mi restaurante favorito Bucca di Beppo.
NOVIEMBRE
No asisto a la boda de Julieta. Me voy de vacaciones dos semanas a Cancún y Playa del Carmen. Un viaje aleccionador. Un regalo para mí en donde desafié algunos miedos. Nadé en un río subterráneo, conocí Chichen Itzá, lloré en el show de Xcaret, conocí Playa del Carmen, Tulum encantadora. Fue uno de las mejores decisiones que he hecho en mi vida. Voy a un paseo ciclista con mi hermano Alex y me encanta. Quiero una bicicleta. La novia de mi hermano Alex le regala un perrito que se llama Bocho. Una adoración para todos. Voy al concierto de Carla Morrison. Voy al musical Wicked con Sheko. Una noche mágica. Lloro en el final. Me encantan los musicales.
DICIEMBRE
Emiliano ya se vuelve sombra, no existe y termino por aceptar que no le importo y que nunca va a regresar. Reflexiono mucho acerca del amor y ando desesperanzado en ese aspecto. Siento que el amor no existe y que no vale la pena arriesgarse para nadie. Siento y pienso que yo soy mi mejor compañía. Soy menos ansioso. Me disfruto mucho. Me regalo momentos para mi que son invaluables. Disfruto a mi familia. Fuimos mi mamá y yo al concierto de Ricky Martin desde gayola. Nos vamos a Disney para disfrutar de la Navidad. Tengo mucho por hacer. Quiero seguir creciendo y aprendiendo de la vida.
domingo, diciembre 28, 2014
miércoles, diciembre 24, 2014
sábado, diciembre 20, 2014
lunes, diciembre 15, 2014
jueves, diciembre 11, 2014
Amaba reír contigo. Parecíamos chinitos. Tus dientes me encantaban y tu barba que picaba mis mejillas. Extraño tus manos y darte besos en la nariz. Yo creo que nadie te va a tocar la nariz como yo. Extraño también ese sudor que formaban nuestras manos y esas arrugas que se te hacían en la frente y que odiabas. Yo no sé si algún día voy a olvidar tu sonrisa. Amaba verte reír. Ese día en tu cumpleaños fui la persona más feliz del mundo. Extraño acostarme en tu pecho y sentir que el mundo cabía ahí. En ese instante tan pequeño. Extraño acariciar a tu gato que en un principio desprecié, pero que luego acaricié. Extraño tus besos y tu manera de levantarte. Extraño tenerte a mi lado. La última vez que estuviste a mi lado vimos la película de la Sirenita. Que bobos. Yo lloré en el final y no te diste cuenta. Todavía te faltaba aprender más de mí y yo de ti. Pero así es la vida. Te quita a lo que más amas para que aprendas a ser feliz. Esta soledad, tan perra y desgraciada, va a terminar pronto. Y quiero que estés ahí para verlo. Quiero que veas mi cara algún día y que te des cuenta que ya no se refleja en la tuya. Nos parecíamos tanto.
miércoles, diciembre 10, 2014
"Él se fue y me dejó atractiva para otros. También me dejó con el corazón roto. Esta libertad me ayuda a ignorar el dolor. Me dejó libre y lista para el amor. Me dejó con ganas de moverme de aquí, conocer ciudades. Me dejó con ganas de no enamorarme nunca de alguien como él. Pero decirte que por primera vez me encontré sola y al fin me sentí acompañada" Pau Casmur
domingo, diciembre 07, 2014
jueves, noviembre 13, 2014
Somos la ceniza de un árbol que no ha crecido.
Eres y serás esa sombra en la que reposo mis miedos e ilusiones.
Fuimos en mi cabeza, la más grande luna para esta mi oscuridad.
Cuando regreses yo ya me habré ido lejos, de mí y de todo lo que quise ser.
Ya no hay batalla ni guerra. No hay ningún hueco que llenar.
Todo lo que soy es para mí.
Esta es mi noche, esta que alguna vez te entregué con el corazón moribundo.
Por estos días dibujaste una sonrisa en mi rostro. Hoy ya nada queda. Hoy todo se ha ido a esa sombra, a ese recuerdo gris que ya no me mata. Queda este latido y el fuego en mi estómago.
Estas ganas de amarte que no se me quitan.
Estas ganas de recordar tu rostro y ese beso en la mejilla que fue tu despedida.
Eres y serás esa sombra en la que reposo mis miedos e ilusiones.
Fuimos en mi cabeza, la más grande luna para esta mi oscuridad.
Cuando regreses yo ya me habré ido lejos, de mí y de todo lo que quise ser.
Ya no hay batalla ni guerra. No hay ningún hueco que llenar.
Todo lo que soy es para mí.
Esta es mi noche, esta que alguna vez te entregué con el corazón moribundo.
Por estos días dibujaste una sonrisa en mi rostro. Hoy ya nada queda. Hoy todo se ha ido a esa sombra, a ese recuerdo gris que ya no me mata. Queda este latido y el fuego en mi estómago.
Estas ganas de amarte que no se me quitan.
Estas ganas de recordar tu rostro y ese beso en la mejilla que fue tu despedida.
lunes, noviembre 03, 2014
jueves, octubre 30, 2014
lunes, octubre 27, 2014
domingo, octubre 26, 2014
¿Cuantas batallas hemos perdido antes? Tu nombre ya es memoria y tu recuerdo ya no me pesa. Soy más ligero. Veo tu rostro y es el de un extraño con ojos que no reconozco. Esta noche es mía. Yo soy dueño de mis pensamientos. Hoy elijo decirte adiós. Darle a esta noche tu recuerdo. Este último suspiro es tuyo. Te lo entrego.
martes, octubre 21, 2014
jueves, octubre 09, 2014
Hay una marea dentro de mi, que me obliga a anclarme en este horizonte y crecer. Tu olvido es el más grande regalo para mi espíritu. Yo soy fuerte y soy luz. Yo estoy conmigo y no hace falta más. No hay abandono porque nunca te tuve. Yo no era d eti ni tu de mi. Somos agua que va y viene en este mar infinito.
domingo, octubre 05, 2014
jueves, septiembre 25, 2014
miércoles, septiembre 24, 2014
martes, septiembre 23, 2014
lunes, septiembre 22, 2014
sábado, septiembre 20, 2014
jueves, septiembre 18, 2014
miércoles, septiembre 17, 2014
martes, septiembre 16, 2014
viernes, septiembre 05, 2014
Dijiste que podía hablarte cuando yo quisiera. Pero no me dijiste que todos mis intentos serían ignorados. Me siento como de esos perritos que dejan abandonados a mitad de la calle. Esta noche la luna me ilumina y mis ojos no quieren cerrarse. Hoy te extraño también. Cada vez entro en este circulo que no avanza y no sé cuanto tiempo tarde en sanar este corazón hecho pedazos.
miércoles, septiembre 03, 2014
Hay en mis ojos un mar lleno de olas que a veces no encuentran su fin.
Parece ser que el tiempo me ha dado el lugar que merezco. Todo el tiempo.
He pasado por este camino antes. Ya conozco como salir de este hoyo, el cual tiene la profundidad de mis deseos.
Ya te ahogué en la orilla de mis sueños. Hoy no me queda nada más que esta boca seca, sedienta de nada.
Ya no quiero dejar escapar tantos pájaros a un cielo que nunca los hará volar.
Yo no puedo obligarte a que te quedes. Muchas personas se han ido de mi vida, les he prometido amor, he sonreído y he creído estar enamorado, dispuesto a aventarme al vacío por un dulce o un juguete.
Estoy aprendiendo a dejar ir, a soltarlo todo para que nada me duela. Ser justo como esa piedra que hay enfrente de ti, y que quise romper con mi mirada.
Estoy fuerte. Estoy caminando de nuevo por este camino solitario, en donde solo estoy yo y mi sombra. Quizá algún día te encuentre de nuevo, te vea a los ojos y entonces me derrumbe. O quizá no. Quizá te conviertas en uno de esos extraños que hoy volteo la cara. O en esas páginas de mi libro que pueden saltarse porque no hay nada que puedan decir.
Parece ser que el tiempo me ha dado el lugar que merezco. Todo el tiempo.
He pasado por este camino antes. Ya conozco como salir de este hoyo, el cual tiene la profundidad de mis deseos.
Ya te ahogué en la orilla de mis sueños. Hoy no me queda nada más que esta boca seca, sedienta de nada.
Ya no quiero dejar escapar tantos pájaros a un cielo que nunca los hará volar.
Yo no puedo obligarte a que te quedes. Muchas personas se han ido de mi vida, les he prometido amor, he sonreído y he creído estar enamorado, dispuesto a aventarme al vacío por un dulce o un juguete.
Estoy aprendiendo a dejar ir, a soltarlo todo para que nada me duela. Ser justo como esa piedra que hay enfrente de ti, y que quise romper con mi mirada.
Estoy fuerte. Estoy caminando de nuevo por este camino solitario, en donde solo estoy yo y mi sombra. Quizá algún día te encuentre de nuevo, te vea a los ojos y entonces me derrumbe. O quizá no. Quizá te conviertas en uno de esos extraños que hoy volteo la cara. O en esas páginas de mi libro que pueden saltarse porque no hay nada que puedan decir.
martes, septiembre 02, 2014
lunes, agosto 25, 2014
Todo eso del amor propio lo entiendo pero no es para mí. Yo nací para entregarme y reflejarme en alguien. Hay olas que marean mi cabeza y desean estallar en tu orilla.
Yo hice un nido en donde construí todas esas ilusiones que hoy son insomnio.
¿Cuánto te duró el amor? Una ola, un soplo, un destello de una estrella lejana.
Tú no me extrañas. Tú no me quieres en tu vida y eso hay que dejarlo volar,
como a esos pájaros a los que los expulsan de la jaula y no saben que hacer con tanto cielo.
Pronto serás un punto lejano, y entonces quedarás dibujado en ese recuerdo de la memoria,
que a veces guardo y a veces no.
Quise pasar el resto de mi vida contigo, pero nunca nada es para siempre. Hoy decido ser feliz. Hoy le dejo todo al tiempo. Yo soy su marioneta. Esta vida es sólo una y con tanta vuelta decido quedarme parado justo aquí, con los ojos bien abiertos. Hoy me amo. Hoy me quiero abrazar hasta romperme los huesos. Hoy no hay un hasta pronto. Hoy quiero decirte adiós sin que me duela. Y entonces la vida parece ser así: Un tren sin camino con pasajeros que no deciden quedarse por miedo a morir, pero de cualquier forma mueren algún día.
Yo hice un nido en donde construí todas esas ilusiones que hoy son insomnio.
¿Cuánto te duró el amor? Una ola, un soplo, un destello de una estrella lejana.
Tú no me extrañas. Tú no me quieres en tu vida y eso hay que dejarlo volar,
como a esos pájaros a los que los expulsan de la jaula y no saben que hacer con tanto cielo.
Pronto serás un punto lejano, y entonces quedarás dibujado en ese recuerdo de la memoria,
que a veces guardo y a veces no.
Quise pasar el resto de mi vida contigo, pero nunca nada es para siempre. Hoy decido ser feliz. Hoy le dejo todo al tiempo. Yo soy su marioneta. Esta vida es sólo una y con tanta vuelta decido quedarme parado justo aquí, con los ojos bien abiertos. Hoy me amo. Hoy me quiero abrazar hasta romperme los huesos. Hoy no hay un hasta pronto. Hoy quiero decirte adiós sin que me duela. Y entonces la vida parece ser así: Un tren sin camino con pasajeros que no deciden quedarse por miedo a morir, pero de cualquier forma mueren algún día.
viernes, agosto 01, 2014
lunes, julio 14, 2014
sábado, junio 28, 2014
miércoles, junio 18, 2014
martes, junio 17, 2014
sábado, junio 14, 2014
miércoles, junio 11, 2014
martes, junio 10, 2014
miércoles, junio 04, 2014
martes, junio 03, 2014
El desierto de Chantal Torres.
¿Cuántas veces se tiene que morir de sed para saberse vivo? ¿ Cuánta sangre en el corazón se necesita para ser valiente, huír del abandono sin que nos alcance desprevenidos? Quizá no haya respuestas, quizá se encuentran perdidas en el silencio, en la lluvia que no sabemos esperar.
En la inquietante mente de Chantal Torres existió un desierto sin mujeres, que se avivó con la palabra y la acción para desarrollarse finalmente en escena. Imaginemos en nuestra cabeza este paisaje árido que Chantal nos dibuja: Un territorio en donde nadie entra y nadie sale, una frontera que mata a quien la cruza.
"Afuera" es una historia cruda y a la vez esperanzadora que retrata la vida de Manuel, un padre que se resiste a decirle adiós a Aurelia, su esposa desaparecida. Un padre que cuida de sus hijos y ellos de él. Un lugar absorbido por el desierto en donde todo inicia como termina, y visceversa. La misma historia contada una y otra vez sin que nada suceda, como sucede a veces con nuestra vida. Los días son exactamente iguales y se viven en círculs.¿Y si mi felicidad está fuera de aquí? ¿En algún lugar que no conozco por miedo al olvido? Que pasa si en este momento me desaparezco, cruzo mis propios límites y nunca regreso. Qué pasa si no me gusta este lugar y todo lo que creía ser se desvanece. Y si estoy en el error y entonces necesito quedarme. Cuando leemos esta historia, estamos ante un panorama desolador, donde la ilusión de una vida mejor es el motor y centro de todo.
"Afuera nadie es nada, solo adentro" canta Saúl Hernández de Caifanes y puede que tenga razón. Precisamente esta frase invita a recorrer este desierto bañado de ausencia. Chantal posee una escritura noble y precisa, nos va adentrando al mundo interno de los protagonistas, que a final de cuentas somos todos nosotros, que hemos padecido o experimentado el límite de una frontera, incluso de la propia. Chantal se atrevió a alzar la voz, a imaginar un lugar no tan ficticio a lo que se vive en cualquier ciudad del norte de nuestro país. Nos envuelve en una atmósfera hostíl, donde siempre hay hambre de cambio. Ese cambio que tarda en llegar y a veces nunca llega. Estamos ante personajes entrañables, delimitados por el olvido y la muerte. Se la pasan viendo nubes, comiendo recuerdos y contando los días para que suceda algo que los sacuda. Hablan con sus muertos y aprenden a vivir con su dolor, sin sus mujeres. Todas se encuentran desaparecidas o muertas, se las tragó la tierra, lo mismo da.
Les quiero contar de "El Gil". Es ese hijo que toda familia tiene y le cuesta trabajo tener. Ese que nunca se está quieto. Él desea buscar trabajo allá afuera, pues este lugar abandonado ya nada le ofrece . Le pesan los límites y aunque no sabe que hay detrás de la frontera, sabe que allá, afuera, puede ser mejor.
El lenguaje poético que transmite Chantal en esta historia es contundente y florece en medio de este sitio donde la nada dirige a los personajes. "El Gil" se enfrenta a "El guardia", que cuida esta frontera día y noche para que nadie entre y nadie salga pues así es la vida y las ordenes se tienen que acatar, aunque a nadie le importe si se siguen o no. El Guardia representa ese peso de la ley que no solemos entender ni a primera, ni segunda ni tercera vista. Es la prepotencia, sinrazón y abuso de poder que nos persigue a cada instante ¿Porqué nadie puede cruzar esta frontera? ¿Que existe detrás de ella que nos hipnotiza y nos ilusiona tanto que no nos deja vivir?
En "Afuera" todos esperan con cierto dolor una lluvia que tarda en llegar. "El guardia" acata las ordenes de arriba, no las cuestiona. Mata a todo aquel que intente cruzar esa frontera que ni siquiera él mismo entiende. Hay un personaje que se hace llamar "El artesano". Su oficio es buscar mujeres muertas para luego venderlas a los interesados. Espera a que llegue la lluvia para que la tierra se remueva y entonces buscar a las desaparecidas. Su lema es "Siempre hay alguien que desea lo que uno desprecia".
Por otro lado, tenemos la tristeza y la pena de Manuel, ese padre que agoniza a Aurelia mientras le canta Paloma Negra. Trae el mal de la ausencia y sabe que sus hijos lo abandonarán. Escarba tierra por doquier para encontrar al amor que se le fue. La historia tiene un desenlace sorpresivo. Nos deja perplejos, con un alma adolorida. ¿La vida es mejor afuera o adentro? No lo sabemos. La vida se anda contoneando con la muerte y nos recuerda a cada segundo que somos efímeros y la esperanza es esa luz que palpita en el corazón de los más valientes. Que nunca se pierda ese deseo, esa búsqueda interminable de la felicidad, cualquier cosa que esto sea. Imaginémonos felices, allá afuera nuestros sueños, quizá nos están esperando.
¿Cuántas veces se tiene que morir de sed para saberse vivo? ¿ Cuánta sangre en el corazón se necesita para ser valiente, huír del abandono sin que nos alcance desprevenidos? Quizá no haya respuestas, quizá se encuentran perdidas en el silencio, en la lluvia que no sabemos esperar.
En la inquietante mente de Chantal Torres existió un desierto sin mujeres, que se avivó con la palabra y la acción para desarrollarse finalmente en escena. Imaginemos en nuestra cabeza este paisaje árido que Chantal nos dibuja: Un territorio en donde nadie entra y nadie sale, una frontera que mata a quien la cruza.
"Afuera" es una historia cruda y a la vez esperanzadora que retrata la vida de Manuel, un padre que se resiste a decirle adiós a Aurelia, su esposa desaparecida. Un padre que cuida de sus hijos y ellos de él. Un lugar absorbido por el desierto en donde todo inicia como termina, y visceversa. La misma historia contada una y otra vez sin que nada suceda, como sucede a veces con nuestra vida. Los días son exactamente iguales y se viven en círculs.¿Y si mi felicidad está fuera de aquí? ¿En algún lugar que no conozco por miedo al olvido? Que pasa si en este momento me desaparezco, cruzo mis propios límites y nunca regreso. Qué pasa si no me gusta este lugar y todo lo que creía ser se desvanece. Y si estoy en el error y entonces necesito quedarme. Cuando leemos esta historia, estamos ante un panorama desolador, donde la ilusión de una vida mejor es el motor y centro de todo.
"Afuera nadie es nada, solo adentro" canta Saúl Hernández de Caifanes y puede que tenga razón. Precisamente esta frase invita a recorrer este desierto bañado de ausencia. Chantal posee una escritura noble y precisa, nos va adentrando al mundo interno de los protagonistas, que a final de cuentas somos todos nosotros, que hemos padecido o experimentado el límite de una frontera, incluso de la propia. Chantal se atrevió a alzar la voz, a imaginar un lugar no tan ficticio a lo que se vive en cualquier ciudad del norte de nuestro país. Nos envuelve en una atmósfera hostíl, donde siempre hay hambre de cambio. Ese cambio que tarda en llegar y a veces nunca llega. Estamos ante personajes entrañables, delimitados por el olvido y la muerte. Se la pasan viendo nubes, comiendo recuerdos y contando los días para que suceda algo que los sacuda. Hablan con sus muertos y aprenden a vivir con su dolor, sin sus mujeres. Todas se encuentran desaparecidas o muertas, se las tragó la tierra, lo mismo da.
Les quiero contar de "El Gil". Es ese hijo que toda familia tiene y le cuesta trabajo tener. Ese que nunca se está quieto. Él desea buscar trabajo allá afuera, pues este lugar abandonado ya nada le ofrece . Le pesan los límites y aunque no sabe que hay detrás de la frontera, sabe que allá, afuera, puede ser mejor.
El lenguaje poético que transmite Chantal en esta historia es contundente y florece en medio de este sitio donde la nada dirige a los personajes. "El Gil" se enfrenta a "El guardia", que cuida esta frontera día y noche para que nadie entre y nadie salga pues así es la vida y las ordenes se tienen que acatar, aunque a nadie le importe si se siguen o no. El Guardia representa ese peso de la ley que no solemos entender ni a primera, ni segunda ni tercera vista. Es la prepotencia, sinrazón y abuso de poder que nos persigue a cada instante ¿Porqué nadie puede cruzar esta frontera? ¿Que existe detrás de ella que nos hipnotiza y nos ilusiona tanto que no nos deja vivir?
En "Afuera" todos esperan con cierto dolor una lluvia que tarda en llegar. "El guardia" acata las ordenes de arriba, no las cuestiona. Mata a todo aquel que intente cruzar esa frontera que ni siquiera él mismo entiende. Hay un personaje que se hace llamar "El artesano". Su oficio es buscar mujeres muertas para luego venderlas a los interesados. Espera a que llegue la lluvia para que la tierra se remueva y entonces buscar a las desaparecidas. Su lema es "Siempre hay alguien que desea lo que uno desprecia".
Por otro lado, tenemos la tristeza y la pena de Manuel, ese padre que agoniza a Aurelia mientras le canta Paloma Negra. Trae el mal de la ausencia y sabe que sus hijos lo abandonarán. Escarba tierra por doquier para encontrar al amor que se le fue. La historia tiene un desenlace sorpresivo. Nos deja perplejos, con un alma adolorida. ¿La vida es mejor afuera o adentro? No lo sabemos. La vida se anda contoneando con la muerte y nos recuerda a cada segundo que somos efímeros y la esperanza es esa luz que palpita en el corazón de los más valientes. Que nunca se pierda ese deseo, esa búsqueda interminable de la felicidad, cualquier cosa que esto sea. Imaginémonos felices, allá afuera nuestros sueños, quizá nos están esperando.
¿Qué pasa si lo que siempre quise ya no lo quiero? ¿Y si no soy feliz? Si toda esta historia que me he inventado sólo ha sido para matar el tiempo. Estoy desesperanzado, harto, sin luz. Con ganas de tirarme al mar, respirar, ir a un campo. Lejos de todo y de todos. Lejos de todo lo que creo que soy.
viernes, mayo 23, 2014
martes, mayo 20, 2014
No moriste. Te quedaste en nuestros corazones para siempre. Contigo hemos aprendido que los ángeles existen y has regresado de dónde viniste para confirmarnos a todos el valor de la nobleza y dar el ejemplo de tu bondad infinita. El cielo está contento con tu regreso y sé que desde allá arriba seguirás diciéndome que me quieres mucho y lo guapo que me veo. Sé que desde allá, donde nacen las estrellas, nos cuidas, nos ves a los ojos y nos tomas de tu mano para avanzar con fuerza en esto que se llama vida. Gracias por permitirme ser tu hermano, estoy muy orgulloso de ti porque fuiste un guerrero y un ser de luz para todos nosotros. Te veo muy pronto, mi hermoso Toñito. Mis días son para ti. Te dedico todas mis sonrisas y mis pasos. Cuando tenga muchas ganas de abrazarte, cerraré los ojos y entonces ahí estarás, abrazándome tan fuerte como siempre. Eres un campeón.
jueves, mayo 15, 2014
martes, mayo 13, 2014
jueves, mayo 08, 2014
jueves, abril 17, 2014
lunes, abril 14, 2014
domingo, abril 13, 2014
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