Y si algún día me olvidas, asegúrate de ver el mar…ahí me encontrarás siempre. En una ola o en un horizonte.

 Estamos en el centro de la pista soñando ser felices y tocar el cielo. 

 Solo somos una vez. Un instante que muere y vuelve a nacer en otro horizonte.  

 Eso es el amor. La posibilidad de entrar en el otro sin dejar de ser tu. Es como meterte al mar y ser espuma en la arena. 

 Y cada noche vuelve a brillar. En espera de encontrar un cielo en cual estrellarse y volar.

 Vivir. Ese juego de la memoria, que atraviesa recuerdos y vuelve a empezar.

 La vida está allá, esa cosa borrosa que a veces se aclara y te atraviesa sin que te des cuenta.

 La vida no me alcanza para olvidarlo todo y volver a comenzar. 

Te contare una historia. Que quizá ya sucedió, o quizá este a punto de suceder o quizá no pase nunca. 

Es la historia de nosotros que yo recuerdo, porque ya todos nos han olvidado. 

Todos somos un espejo del otro…de que otra manera explicas que yo me veo reflejado en ti? O como explicas que me reconozco,viendote reír, llorar, suspirar?

 Bosquejos obras de teatro:

Cuando te conocí se esparcieron en mi muchas punzaditas que nacían en mi corazón y se esparcían como olas pequeñas en el mar de mi cuerpo.

Yo no te he olvidado. Aun recuerdo tu olor cuando tomo mi café en las mañanas. O cuando saco a los perros a pasear. Incluso cuando riego las plantas que yo nunca quise que tuvieras. 

Amanecio frio. Hoy es el dia mas oscuro de toda la humanidad. Eso lei justo ahora. Y todo cobra sentido pues apenas y puedo encontrarme con la poca luz que me queda en el corazón. Vuelve. Te extraño cada que amanece y escucho cantar a los pájaros.

Al dormir me tomas del brazo, y yo se que eres tu porque tu piel tiene una textura que siempre me recordaba mi niñez. 

 ¿Tú sabes quien fue la última persona que nos olvidó? Ese momento en el que dejas de existir en el corazón de los demás y te conviertes en un suspiro. En una mirada que se atraviesa con el vuelo de algún pájaro aprendiendo a volar. 

 somos ríos de palabras que el mar no entiende

 El amor es un un pájaro rebelde, que a veces se posa en cables o en cielos que sueñan los gigantes.

 El deseo me atrapa. Se mete entre mis dedos como la arena en el mar.

Mi cuerpo es la llave al cielo.

Y está perdida en el horizonte blanco, que a lo lejos espera.

volver a nacer.

 Martes 30 de enero.

Cuando las cosas no suceden como me las imagino, exploto. Ya exploto menos. Pero la idea incontenible de que todo tiene que pasar conforme la historia en mi cabeza es insoportable. Hoy en mi trabajo intenté sobre llevar las cosas de la mejor manera posible. Me aburro y me abrumo mucho. Son demasiadas horas frente a un monitor. Me duele la cabeza. Son las alergias y el estrés inecessario. A veces me gustaría no tener tantas responsabilidades. Me estresa quedar bien con la gente. Quisiera que me valiera más lo que ellos tienen que decir.

 Lunes 29 de enero.

Hoy me levanté tranquilo aunque no quería ir al trabajo porque me dio muchísima flojera levantarme. La verdad es que me costó mucho trabajar y lidiar con mis compañeros. Tratéde no quejarme en mi ida hacia el trabajo. Pensé mucho en los excesos del fin de semana. Creo que quiero dejar de tomar alcohol por un tiempo. No me gusta sentir que estoy todo hinchado de mi cuerpo. Hoy no me gustó para nada dar boletos en mi trabajo y hacerle de recepcionista. Analicé que no soy prudente con mi vida personal y a veces quisiera dejar de ser tan compartido con cosas que hago para mi. No sé porque cuento mucho a personas que quizá no son las correctas. El regreso a mi casa fue eterno aunque lo lidié con un podcast bastante divertido. Dure más de dos horas en regresar. No sé de donde saqué fuerzas para ir al gimnasio. Lavé platos y pensé en un motociclista que murió en un accidente en la vía rápida. Pensé que la vida es muy corta. Y que yo hubiese sido ese. 

 Vivir. Ese juego de la memoria, que atraviesa recuerdos y vuelve a empezar 

 La vida está allá, esa cosa borrosa que a veces se aclara y te atraviesa sin que te des cuenta.

 Habían pasado dos días pensando a dónde van los sueños. Preguntándose si algún gigante nos sueña, si esas historias en su cabeza algún día sucederán.

 Tienes en los ojos un mapa.

Un viaje hacia el mar.

Tu mirada guarda todas las historias de amor del mundo.