miércoles, febrero 28, 2007

una fila de hormigas atraviesa el puente
entre el ombligo y la entrepierna
es el deseo la busqueda
abrir el corazón y guardar el latido en los puños
amarrarme al recuerdo y creermelo todo detrás de mi espalda
traspasar tus ojos y el cielo
comenzar el viaje de las palabras,
el viaje de cuentos, de maletas vacías
este tiempo que vivo no se encuentra en las palabras ni en las paredes
busco ventanas,
hilos de luz abriendome el cuerpo

lunes, febrero 05, 2007

le tengo miedo a la gordura
es increible...cómo voy a pagar algo que se supone que hice, pero yo no sé si soy yo quien lo hizo...o yo no se si me están estafando...o es que de verdad soy todo un cafre?...no mames con las multasciberneticas...son una estupidez....
Ropavejero

Su obsesión por los tendederos era más grande que él y su insomnio de hace ocho meses. Por más que lo intentaba, la imagen de su niñez haciendo casas de cobija no se desprendía de su cabeza, un olor a tierra mojada lo despertaba frecuentemente, entonces era el momento de soltar frases y palabras al azar hasta convertir esas cuatro paredes sin ventanas en una sopa de letras. Empezaba a sacar de entre miles de bolsas repletas de ropa las prendas y sabanas de su agrado, su elección era de acuerdo a sus necesidades, similar a cuando él escogía pareja, atendía con los demás su necesidad antes que su abundancia.
En una hora transformaba delicadamente su cuarto en una casa cómoda y placentera, sin ningún tipo de ranura, y ahí encontraba un rincón lo suficientemente chico para esconderse de sí mismo y el mundo, huir de la luz, desatorar los recuerdos y hacerse pequeño con ellos. Acumuló en un mes cuarenta canastos y bolsas de ropa sucia y a medio lavar que robaba de los tendederos de los vecinos y de la Lavandería Kiko, ubicada a treinta pasos de él y abierta las 24 horas del día. Para esto ya tenía bastante delicadeza, el robo tenía que hacerse fugazmente pero con el inigualable cariño que toda persona tiene con sus obsesiones. Primero inspeccionaba durante la semana la ropa del tendedero elegido, se comunicaba con él, le decía frases coquetas a sus ganchos pero sin llegar a lo vulgar, deseaba tanto su ropa con la mirada y con la piel, anhelaba tener sobre el cuerpo toda esa tela de colores y texturas con olor a lavanda, primavera, montaña o brisa marina. Ronaldo elegía cuidadosamente a su dueño, se preguntaba si alguno de ellos escatimaba la cifra en dólares de lo que viste diariamente. Le gustaba particularmente el diseño de los calzones, podía estarse quieto dos, cuatro, todo el día frente a ellos, y los vecinos solo veían impresionados como su ropa poco a poco disminuía de sus tendederos, como la cambiaban, la regresaban, la desaparecían dos, tres meses, toda la vida. Como eran tan pobres tuvieron que acostumbrarse a usar la ropa de otros vecinos, amoldarse a las medidas de sus cuerpos, usando los colores más extravagantes de calzones y la ropa menos usada, como las camisas que regalan en los eventos o en las maquiladoras, o las cachuchas y sombreros que regalan con alegría los parientes que regresan de algún puerto vacacional. Esta travesura la hacía en las madrugadas, cuando se impregnaba en sus narices ese particular olor a humedad de la tierra y se despertaba de golpe, con el sueño todavía en los codos y en las pestañas.
Los vecinos decidieron no tender su ropa e ir a la lavandería Kiko a secarla, lo cual el Sr. Flores agradecía mucho porque estaba en la quiebra y su amante el carnicero le pedía cada vez más ropa de alta costura, recién hecha para ser calificada como el ultimo grito de la moda. Ronaldo, ante la falta de ropa en su colección, decidió robarla totalmente, quitarla hasta dejar desnuda a toda la colonia, el suceso fue televisado y puesto en primera plana de los periódicos locales: “Colonia Juárez Desnuda, buscan ayuda en albergues” “Ropavejero sin escrúpulos: registradas 15 familias sin vestimenta alguna, autoridades regalan periódico ante las intensas heladas”. Y es que el Sr. Flores desatendía por las noches la lavandería, mucha gente se quedaba dormida justo antes de empezar el último ciclo de lavado y era ahí cuando Ronaldo aprovechaba la oportunidad y vaciaba sin cesar las maquinas grandes y chicas.
El motivo de la ausencia del Sr. Flores fue la peor desgracia para Ronaldo. Él ni enterado sobre los amoríos sexuales entre el carnicero de la cuadra y el Sr. Flores, su segunda obsesión, la que le llenaba más el cuerpo de vibraciones, era el carnicero, un tipo muy despistado, gordito y chimuelo, que daba jamón en vez de pata de puerco. Para acercarse a él, sentir en su cuerpo la sangre caliente de su amado carnicero, tuvo que acostarse con su hermana de 17 años, era más practico y fácil hacerle el amor a un pariente que a él mismo. Eran las 5 de la mañana y del cuarto de servicio de la lavandería salían gemidos del Sr. Flores y del carnicero; Ronaldo quieto, como si estuviera viendo a su tendedero preferido, el olor a humedad de nuevo en sus narices, ¿Estaba durmiendo? Estaba despertando, abría los ojos, la boca, los poros, el cuerpo. Los gemidos despertaron a los clientes, Ronaldo intentó correr pero traía dos bolsas llenas de evidencias en las manos, los vecinos trataron de apalearlo, unos, todavía vestidos de periódico, tirando piedras e insultándolo. El carnicero y el Sr. Flores, corrían apenados tras él, con el orgasmo en la voz y en las piernas. Ronaldo se escondió entre un barranco y un hospital, traía en las manos las bolsas de ropa del carnicero, la olía, y mientras se la ponía pensaba en la vida dentro de su casa de cobijas, en esa oscuridad eterna que lo alumbraba, vestido con toda la ropa, prenda tras prenda sobre el cuerpo, oyó el llanto de un recién nacido... Amanecía, nueves meses, el camión de la basura, el periódico, el gas, los gallos y los perros, el mundo.

domingo, febrero 04, 2007

entonces la vida es espuma, bien decían...y si me quedo parado mucho tiempo viendola, me marea...y me veo, y me hago ola...
ahora resulta que la via rapida es todo lo contrario y que cada vez que paso me multan por ir a 5 kilometros de mas...que cagados estanos!
si la vida fuera una sopa de letras,
un mar de palabras, haciendose olas unas con otras, inventandose ellas mismas,
delineando su significado...
ayer una senora en el trabajo traia una sopa de letras y pude hacer 5 palabras en 10 minutos...
mi obsesion por las palabras...