...y no encuentro el rumbo
yuridia

olvidé mi miedo a las agujas y a la sangre, fui valiente y pensé en todas esas personas luz que han caminado conmigo, que me han abrazado con su calor...la cirugía llegó en el momento más inesperado...la verdad fue como un arranque, como un deseo oculto...que sé yo, no lo entiendo...el punto es que quería entrar a quirófano antes de mi cumpleaños...el doctor me dio confianza, y me dio mucha pena que me viera mis partes íntimas....eeen fin...llegúe con mi mamá el 3 de abril a ese hospital...oscuro, viejo y un tanto descuidado...eran las 7:15am, llené una forma y me pasaron a mi cuarto, me quité mi ropa y me puse una bata morada, que olía rico pero no me tapaba las nalgas...después la enfermera prendió la tele en el canal telemundo 33, ahí vi un programa matutino, mientras la enfermera me inyectaba un tubito para que pudiera pasar el suero...no me dolió tanto...ni quise ver la sangre...me dijo eres un sangrón y me reí...después me pidió que me subiera la bata para inspeccionar el área...tenpia que rasurar, eso era definitivo...y bueno...llegó 5 minutos después con el rastrillo en la mano...zas...luego pasaron diez minutos y llegó con una silla de ruedas, me subí y me llevó al quirofano...rapidamente el anesteciólogo me saludó y me inyectó un sedante, llegaron las dos enfermeras..me pusieron talco en el área y lentamente fui cerrando los ojos, no me di cuenta en que momento me dormí...dijeron que constantemente me despertaba a reclamar más anestecia...yo la verdad no recuerdo nada...solo se que después me desperté y ya estaba en mi cama...mi ma´ma llegó...luego mi tía...y fin de la historia...fin del suceso de mi vida...ja...

al leer ruy sánchez, acostado aquí en mi cama como un perfecto vegetal, es inevitable no empezar a divagar, a pemsar, escribir...estoy solo, todos se han ido, y yo lo quise así, como al principio...


inventas en otro cuerpo
el sabor del mío
en cada suspiro y silencio

tu grito es ese instante eterno
donde deposito todos mis secretos

hacer de mi piel un libro
en cada cicatriz y herida
una historia de vida

tengo una arriba de mis labios
otra en mi dedo anular de mi mano derecha,
y una reciente debajo de mi vientre

quiero hacer un libro que hable de cicatrices
de las mías
de todas aquellas huellas que dan fe
que no soy un fantasma
sino un sonámbulo que busca a tientas el deseo
a manera de accidente irreparable

he encontrado esta frase, y como no tengo nada que hacer, he decidido copiarla y pegarla aquí...

Ha venido tu lengua, está en mi boca
como una fruta de la melancolía.
Ten piedad en mi boca: liba, lame amor mío, la sombra.

Antonio Gamoneda

la separación, como el encuentro
no tiene razón alguna
sucede, como magia.