viernes, marzo 20, 2015

Estamos sentados en una esperanza, en una pequeña rima que no acaba. Esa ola que nace a lo lejos soy yo. Me resisto a morir. Búscame en el mar, te dije. Y no me entendiste, nunca quisiste leer entre las líneas de mis labios. Hoy soy esa ola que no supiste nadar. Soy mi propia marea. Soy mi propio horizonte y soy feliz. Soy mi propio final.