a tientas hacia tu sol
que quema instantaneos rugidos de mi vientre.
dominarte en cuatro paredes
ver la fugaz venganza en tus parpados.
con tu humo me deslizo hacia la puerta
que me dicta la ruta a un cuarto de espera.
desembocar ya al fin en tus sombras calientes
que me atrapan sin cesar a cada paso desenpolvado.