sábado, abril 03, 2004

Crónica
Columpió mi secuestro, se estampo en el
mató a un gusano después, arrepentida vomito en mi cuerpo.
quiso ser feliz pero ya lo era, se revolcó en mi cerebro, hasta lograr inflarlo.
con sus dedos sudados me desapareció.
acecho mi cuerpo y voló en mi noche hundiéndose en ella,
inventándole estrellas y embriagando mi aire.
columpió mi secuestro dos veces seguidas,
entre piedras, admiraba el techo azul.
de la nada yo la perseguí y fui victima de sus escurrimientos,
después yo habría de abrirme al sol, secarme a tientas para sobrevivir de ella
finalmente llevé a mi pensamiento el gusano muerto de su conciencia
mientras admiraba el nacimiento de un nuevo columpio
capaz de resistirme y así no caer repentinamente por sus vacíos.
ella escapo y yo, sigo columpiándome, esperando su regreso.