viernes, marzo 02, 2007

No acelera mi carro, tampoco frena, entonces decidí orillarme...tampoco. El volante, todo mi carro se paralizó. Me quedé atrapado en el tráfico, el ruido y entonces el llanto interno, el remordimiento, los labios tan mordidos casi a punto de sangrar, las uñas casi desapareciendo. Amá, llamale a una grúa. 450 pesos. y el mecánico 850. Cuanto dinero, mucho para mi, tantas cosas que se acaban comprando rollo de papel, shampoo o jamón. Hoy llegué a mi trabajo y me regresaron a mi casa, quise correr al revés como un huracán y tirarles toda la ropa que tantas noches he doblado. Eso no sucedión, me fui a mi casa a ver la tele, esa cosa tan aburrida en la tele...hoy estoy feliz, me queda tu voz en el nextel, la vida emergiendo, mi familia estable,mi espalda encorvada que quiere ser piedra, mi piel que quiere ser arena, mi cuerpo ser agua y mi voz la luz de una calle oscura, si pudiera resumir mi vida de estos días en una frase sería...un viaje inesperado hacia ningún lugar, pero con la sonrisa y la templanza, el placer y la paciencia, sabiduría, árbol, abrazo, mirada, leche, olor.