jueves, abril 14, 2005

nuestra cacería
la huída que termina por atraparnos
agresividad
animalidad
ritual necio
el deseo de sobrevivencia
marcando territorio
naturaleza que lucha y no se detiene
la habilidad para deformarnos, hacernos el otro
nuestro camuflaje veloz
cada uno la víctima la presa
cada uno vigila, se acerca sigilosamente
cada uno ataca de golpe
no hay alerta
cada uno buscando energia
comiendonos
cazándonos con un solo afan:
seguir adentro,
sabiendo que no hay otra presa que atacar