nuestros cuerpos suspendidos
uno del otro, columpiandose
inventandose una piel
otra
yo con mis manos apretando tus muslos
encajando mis dedos en tu pecho
flotando en todo tu fondo
lamiendo
camuflajeando mi lengua en tus rincones
apretando fuerte mis piernas
equilibrandome en tus ojos, clavando la mirada
sosteniendome viendo tu cara
cayendo contigo
en un calor que incendia, arde y devora
pero alumbra