voy hacia ti lentamente
pierdo mis piernas y los brazos en el intento
tu voz entra en mi pecho casi como gemido que se enraiza en el esqueleto
lamo suavemente tu cara
como un gato que baña a otro gato
mi mirada dispara y entra en tu mirada
entrando ambas en combate
te aprieto el cuello
te muerdo un labio
le saco sangre y la bebo
embarro todo mi deseo en tu espalda
y dejo caer la cabeza también
desfragmentado me quedo
mis piezas se resbalan por el piso
las tomas y las pones a tu cuerpo
y entocnes tienes cuatrob razos, cuatro piernas y dos cabezas
...y ahora entonces si podemos decir que somos dos en el cuerpo de uno...
y es porque el deseo ganó