sábado, octubre 23, 2004

estoy infinitamente odiandote,
recordando tus bordes, tu sangre fría
soy un pendejo, infinitamente pendejo,
no comprendo, no quiero hacerlo
cerré los ojos lo mas que pude
pero intentabas besarme más, olías a desprecio
tu carne tan asquerosa, tu piel y tus labios tan insipidos
tu puta obsesión por recorrerme completo,
como si fuese un dulce, un cerdo, una lata de cerveza
unos condones usados y llenos de mierda
como si fuera otro, como si fuera una fantasía,
un remoto cumulo de nudos en el cuerpo y un grito encarcelado,
un pu;o de tierra resbalando, un gemido, una expulsión de semen...
estoy infinitamente idiota